Archivo mensual: marzo 2012

Algodón salado

Aquel día el poniente rabiaba. En su rabia zarandeaba al mar. Las olas enfurecidas, indignadas, batían contra la orilla. El Sol leía entre nubes el cuento de nunca acabar. Pero aquel día el cuento sonaba a fábula. Algodones salados, arrebatados al mar, se encontraban desolados en la arena, donde ya no hay vuelta atrás, sabiendo que, poco a poco, se alejarán por culpa del poniente hacia el temido arenal. Arenal donde la espuma deja de ser agua de mar.